INSTITUTO OLMEDO PARA LA EDUCACIÓN CÍVICA

 

    – Jorge Emilio Lince Procel –   

 

 

El Instituto Olmedo es una asociación asentada en Guayaquil que defiende la autodeterminación, la descentralización y la libertad de comercio, inspirándose en la figura de José Joaquín de Olmedo, héroe de la independencia de Guayaquil. Para quien esté interesado en las actividades de esta institución le recomendamos que visite su página en facebook y los artículos expuestos en https://medium.com/@iOlmedoOrg El siguiente texto es una presentación de los principios defendidos por el Instituto Olmedo realizado por su director de operaciones Jorge Emilio Lince Procel.

Asociación Xoán de Lugo

 

  Acaba un nuevo año y las expectativas crecen al mismo son de las cadenas que cercenan los anhelos de una región entera. La Costa ecuatoriana, excelentísimo suelo comercial, sigue embrujada por el espectro del centralismo, arma opresora de gran filo, perteneciente a la élite extractiva capitalina, radicada en la ciudad de Quito. Casi doscientos años después de creada la Provincia Libre de Guayaquil, y a 196 de su casual invasión y disolución a manos del centralista Simón Bolívar, la herida no ha logrado sanar.

  Bajo la mano de valientes hombres y mujeres, entre ellos el destacadísimo José Joaquín de Olmedo, la Provincia Libre de Guayaquil fue fundada bajo ideas de libertad, de dignidad humana y de fraternidad universal; fue la Provincia el hogar de aquellos que, sin miedo, cortaban las sogas que sujetaban sus muñecas impidiéndoles trabajar. Dice el artículo 3 del Reglamento Provisorio: “El comercio será libre, por mar y tierra, con todos los pueblos que no se opongan a la forma libre de nuestro gobierno”, ¡qué correcto está Olmedo al escribir tan bella Constitución! ¡Un golpe duro a los privilegiados centralistas, hambrientos de poder! ¡Una defensa legítima del ciudadano ordinario, de la gente común!

  Escribió José Joaquín de Olmedo en el Himno de Guayaquil:

Coro:

Saludemos gozosos
En armoniosos cánticos
Esta aurora gloriosa
Que anuncia libertad,
¡Libertad, libertad!

I

¿Veis esa luz amable 
que raya en el Oriente, 
cada vez más luciente 
en gracia celestial? 
Esa es la aurora plácida 
¡que anuncia libertad! 
Esa es la aurora plácida 
¡que anuncia libertad!

II

Nosotros guardaremos 
con ardor indecible 
tu fuego inextinguible 
¡oh santa Libertad! 
Como vestales vírgenes 
que sirven a tu altar, 
como vestales vírgenes 
que sirven a tu altar.

III

Haz que en el suelo que amas 
florezcan en todas partes 
el culto de las artes 
y el honor nacional. 
Y da con mano pródiga 
los bienes de la paz
y da con mano pródiga

los bienes de la paz.

  Sabio, Olmedo, una oda merecida al valor máximo del ser humano y del cual todos los demás se desprenden: la libertad; gran estadista y poeta de altísimo nivel, inspiración de los libres pensadores por venir. Gran defensor de la Provincia Libre y del amor por las raíces identitarias e independientes de cada comunidad, del sentido de pertenencia del individuo y de la conservación de las tradiciones, la figura del libertador guayaquileño no emana más que respeto y admiración.

  En el Instituto Olmedo para la educación cívica, es nuestra misión rescatar el sentir y el legado de José Joaquín de Olmedo, que, por décadas y décadas de duro centralismo, ha comenzado a desnutrirse. La formación de la élite extractiva capitalina – centralizadora y opresora – ha significado un peligro acechante para los valores tradicionales de los guayaquileños, quienes hemos sido convertidos en todo lo que luchamos para no ser: esclavos de un sistema que gasta lo que producimos, que castiga nuestro esfuerzo e insulta nuestros valores. Es tarea del Instituto Olmedo clavar los pies en suelo y alzar el pecho frente a este atropello; es nuestra tarea rescatar la identidad guayaquileña a toda costa, revivir la causa de la libertad y conseguir la verdadera autonomía de Región Costa.

  En el Instituto Olmedo nos negamos, como muchos más costeños, a ser parte del juego centralizador quiteño, que, además de dañarnos, daña a su propia gente. Estamos a favor de los derechos económicos de los pobres de comerciar libremente y en contra de los privilegios otorgados a las grandes corporaciones amigas del centralismo; estamos a favor de celebración de la identidad local de las comunidades y en contra de las pretensiones de escupir sobre ella y asesinarla; estamos a favor de la autonomía de los pueblos y en contra de la opresión y uso de la fuerza para impedirlos tenerla; ¡estamos en contra de las cadenas y a favor de la libertad!

  Como dijo Gabriel Celaya:

¡A la calle! que ya es hora

de pasearnos a cuerpo

y mostrar que, pues vivimos, anunciamos algo nuevo.

Pues, ¡anunciemos algo nuevo!