«En este campo de la Política/ Donde la Guardia nos mantiene,/ Hablo, responde la Censura/ Miro, pero no veo bien.»

  Esos versos componen una estrofa que se repite al largo del poema «Fado de la Censura», de 1927, firmado por Fernando Pessoa, uno de los grandes nombres de la literatura de lengua portuguesa.

  Como diría el poeta, «un poema no es más que carne de emoción cubriendo un esqueleto de raciocinio».[i]

  El objetivo de este breve artículo es, pues, desvelar la anatomía del esqueleto detrás de sus obras de corte político, en la tentativa de resolver un enigma complejo y, a veces, contradictorio. En palabras de J. A. Seabra, «poética y política – aun siendo opuestas – coinciden».

  El primer desafío: democracia y monarquía.

  El primer desafío de esta tarea está en el carácter multifacético de su literatura. Pessoa es famoso por haber creado sus heterónimos, con formas de pensamiento, principios y valores propios, además de una cantidad aún hoy indeterminada de personas literarias. A pesar de jugar con diferentes máscaras, su obra ortónima es extensa, y sus escritos son de fácil acceso.

  Aquí destaco especialmente la colección de textos Fernando Pessoa – Sobre el Fascismo, la Dictadura Militar y Salazar, organizada por el historiador económico y social José Barreto, investigador del Instituto de Ciencias Sociales de la Universidad de Lisboa. Además de eso, existe un rico contenido a ser explorado, también, en la visión de su semi-heterónimo, Bernardo Suenes, que firma las inacabadas semi-memorias del Libro del Desasosiego, donde encontramos grandes pistas, como esta:

Si alguna cosa odio, es un reformador. Un reformador es un hombre que ve los males superficiales del mundo y se propone curarlos agravando los fundamentales […].

(F. Pessoa, El Libro del Desasosiego)

  Su literatura está escrita durante un periodo en que Portugal está viviendo su propio desasosiego. Pessoa nació en 1888 y murió en 1935. Asistió de cerca al fin de la monarquía liberal el año de 1910, al surgimiento de la república democrática que acaba en 1926 y, finalmente, a la instauración de la nueva dictadura militar y del Estado Nuevo en 1933. El desasosiego es, para Pessoa, un desasosiego total: social y literario, político y moral (cf. Morodo, 1997).

  Durante todo ese contexto, sus ensayos políticos hacen críticas contundentes a la democracia moderna, demostrando claro descontento ya por la Primera República. En la visión del poeta, la democracia sería «la tentativa de aplicar un régimen municipal a una nación entera, y vale y ha valido en la proporción, y sólo en la proporción en que promueve o promovió el individualismo.»[ii]

  Su crítica evoluciona en el sentido de descalificar el rito electoral, pues las elecciones «nunca traerán un retrato fiel de la opinión política de un país».[iii]

  Demuestra aún más escepticismo en relación a la disputa por el poder, argumentando que «las calidades mentales y morales necesarias para la conquista del poder político, o tendentes a esa conquista, son enteramente diferentes de aquellas necesarias para gobernar el Estado».[iv]

  Ya en esa época, desconfía aún de los fondos partidarios, cuyos financiadores eran mantenidos en secreto, afirmando que, aún donde haya sufragio universal, quien domina son minorías organizadas. El escritor diagnostica que la guerra política, como toda guerra, se asienta en dos bases – dinero y secreto.

  En contraste con el sistema de gobierno democrático, Fernando Pessoa el ortónimo – y en qué medida no será, también él, una creación literaria como los heterónimos es materia para los críticos literarios hasta hoy – sostenía los modelos de república aristocrática y monarquía absoluta cómo siendo superiores, teniendo la conciencia de que ese último estaría fuera de época. Su famosa «nota autobiográfica» de 30 de marzo de 1935, datilografada y firmada por él, complementa:

Ideología política: Considera que el sistema monárquico sería el más propio para una nación orgánicamente imperial como es Portugal. Considera, a la vez, la Monarquía completamente inviable en Portugal. Por eso, de haber un plebiscito entre regímenes, votaría, aunque con pena, por la República. Conservador del estilo inglés, es decir, liberal dentro del conservadurismo, y absolutamente antirreaccionario.

(F. Pessoa, Nota autobiográfica)

  Del estatismo al liberalismo.

 Antes que una estructuración ideológica clara y coherente, presentó opiniones contradictorias en su pensamiento político, llegando a publicar una defensa y justificación de la dictadura militar, intitulada El Interregno. En ese opúsculo, deja claro que esa dictadura debería ser transitoria, y reprueba la dictadura del tirano Salazar. Así, identificado por el historiador José Barreto, en 1933 y 1935, Pessoa privadamente repudia algunas de las ideas expuestas y considera ese texto como «no escrito»[v] o «no existente».[vi]

  El caso resalta la necesidad de enfatizar los escritos de una fase más madura, en la cual Pessoa ya puede ser considerado tanto poeta cuánto filósofo. En esta fase, su formación política, filosófica y cultural inglesa se sobrepone a la tendencia autoritaria. Florece cada vez más su individualismo y racionalismo, influido por el contacto con la obra de John Mackinnon Robertson y, sobre todo, de Herbert Spencer, cuya obra El Individuo contra el Estado constaba en la biblioteca del escritor. Ninguno otro pensador del siglo XIX parece haber influido en Pessoa de forma tan visible como Spencer (J. Barreto, 2007).

  Desde muy pronto, presenta ideas que lo convierten en un exponente muy singular en la crítica tanto al bolchevismo, como al fascismo y el hitlerismo, afirmando que eran la «triple prole del Anti-Cristo».[vii] Sobre todo, considera su posición social «anti-comunista» y «anti-socialista».[viii] Define el comunismo como «un corporativismo en el cual el Estado es la única corporación».[ix]

Soviets, comunismo, fascismo, nacional-socialismo – todo constituye el mismo hecho, el predominio de la especie, es decir, de los bajos instintos, que son de todos, contra la inteligencia, que es del individuo sólo.[x]

  La defensa pessoana del capitalismo libre y su anti-estatismo se hacen constantes. Esas posiciones económicas están bien mostradas en La Economía en Pessoa (2007), libro organizado por Gustavo Franco, que no disfraza su placer por las posturas anti-regulatoria y favorable al libre mercado. El libro reúne textos del escritor publicados en la Revista de Contabilidad y Comercio, en los cuales aborda temas como privatización, globalización, marketing, gobernanza corporativa, entre otros.

  Dos acontecimientos políticos importantes en su última etapa (la intensificación de la Censura y la creación de la ley de extinción de la Maçonaria) permitirán ver las actitudes ideológicas y, así, el enigma, políticamente, tiende a clarificarse. En ese contexto, el ímpetu con el cual repudia el autoritarismo acompaña la publicación de una serie de poesías satíricas contra Salazar y su régimen, siendo la primera obra el poema «Libertad»,[xi] cuyos versos finales fueron censurados por la alusión a Salazar, ex ministro de Finanzas. «Aún más que esto/ Es Jesucristo,/ Que no sabía nada de finanzas/ Ni consta que tuviera biblioteca…».

  Brunello de Cusatis, investigador italiano y profundo conocedor de la obra de Pessoa, llega a la conclusión de que Pessoa de hecho no mantenía ninguna afinidad por la dictadura salazarista, abogando por la no intervención estatal en la vida del individuo.

  El poeta y filósofo llega a afirmar que «Todo gobierno está, inevitablemente, contra la nación, y estará tanto más contra la nación mientras más energético y fuerte sea el hombre de gobierno».[xii]

  En esa misma línea, Barreto aproxima los escritos de Pessoa a las ideas presentadas posteriormente en la década de 1940 por Friedrich Hayek, por sus seguidores liberales del llamado movimiento libertario.

La sociedad se gobernaría espontáneamente y a sí misma, si no contuviera gente de sensibilidad y de inteligencia. Crean que es la única cosa que la perjudica. […] La pena es que la expulsión de los superiores de la sociedad resultaría en su muerte, porque no saben trabajar. […] De momento, visto que vivimos en sociedad, el único deber de los superiores es reducir al mínimo su participación en la vida de la tribu.

(F. Pessoa, El Libro del Desasosiego)

  Citado por muchos, la definición más precisa para categorizar ese pensamiento político es la de Raúl Morodo. En el fondo, Fernando Pessoa era «un anarquista utópico de derecha».

¿Qué quiere el anarquista? Libertad – la libertad para sí mismo y para los otros, para la humanidad entera. Quiere estar libre de las influencias o de la presión de las ficciones sociales; quiere ser libre tal cual nació y apareció en el mundo, que es como en justicia debe ser; y quiere esa libertad para sí mismo y para todos los demás.

No todos pueden ser iguales ante la Naturaleza: unos nacen altos, otros bajos; unos fuertes, otros débiles; unos más inteligentes, otros menos… Pero todos pueden ser iguales de ahí en adelante; sólo las ficciones sociales lo evitan. Esas ficciones sociales son lo que es necesario destruir.

(F. Pessoa, El Banquero Anarquista).

[i] F. Pessoa, Textos de Crítica e de Intervenção. Publicado por primera vez en «Fama», no 1, en noviembre de 1932.

[ii] Fragmento de manuscrito a tinta y verso de un trozo de papel. Datable en 1923 o en los años siguientes. Publicado por primera vez en Fernando Pessoa – Sobre o Fascismo, a Ditadura Militar e Salazar, de José Barreto (2015).

[iii] Fragmento de un texto de cuatro páginas en francés. Datable en 1933, identificado por José Barreto. Publicado por primera vez en Fernando Pessoa – Sobre o Fascismo, a Ditadura Militar e Salazar, de José Barreto (2015).

[iv] Fragmento de dactiloscrito de cuatro páginas numeradas sin título. Escrito entre 1933 e 1934. Publicado por primera vez en 1979.

[v] Fragmento de texto inacabado. Escrito en 1933. Publicado por primera vez en 1979.

[vi] Fragmento de dactiloscrito de 1935. Publicado parcialmente en 1940 e integralmente en 1985.

[vii] Fragmento de carta de 1934 que no habría sido publicada por el periódico A Voz. Revelada por Lobes, en 1993.

[viii] Términos usados por el escritor en su nota autobiográfica. Escrita en 1935, fue publicada parcialmente en 1940 e, integralmente, por Lourenço et al. en 1985.

[ix] Fragmento de una hoja de cuaderno dactilografada en frente y verso. Datable en los años 1920. Publicado por primera vez en Fernando Pessoa – Sobre o Fascismo, a Ditadura Militar e Salazar, de José Barreto (2015).

[x] Fragmento de una página dactilografada entre 1932 e 1935. Publicado por primera vez en Fernando Pessoa – Sobre o Fascismo, a Ditadura Militar e Salazar, de José Barreto (2015).

[xi] Copia original datada de 16 de marzo de 1935. En ese año, fue censurado y publicado únicamente el 11 de septiembre de 1937 en la revista Seara Nova nº 526.

[xii] Fragmento de una página dactilografada en los años 1930. Publicada por primera vez en Fernando Pessoa – Sobre o Fascismo, a Ditadura Militar e Salazar, de José Barreto (2015).